sábado, 29 de agosto de 2020



¿Existe la comida gourmet para perro? ¿Por qué mi perro explora la comida con el hocico en lugar de utilizar la lengua? ¿Siente placer al saborear un guiso especial?

A pesar de disponer de esa enorme lengua, que le cuelga cuando hace ejercicio o tiene calor, no parece que le interese mucho lamer los alimentos antes de engullirlos.

De los cinco sentidos, en el perro el gusto es el menos desarrollado. La lengua del perro dispone de menos de 2.000 papilas gustativas, frente a las 9.000 del ser humano. Su lengua es más lisa, estrecha y plana que la nuestra, y se puede apreciar claramente la ausencia de las típicas rugosidades que caracterizan este apéndice en los humanos. Eso le hace menos sensible que nosotros a los sabores.

A pesar de tener menos capacidad para diferenciar sabores en las comidas, y en contra de lo que muchos piensan, los perros sí son sensibles a algunos sabores. Existen diferentes opiniones, pero parece que todas coinciden en que el dulce, el amargo y el ácido son sabores que el perro puede distinguir, pero el salado les resulta difícil de asimilar. Parece lógico ya que en su evolución los perros han sido carnívoros por instinto, lo que ha hecho que hayan consumido una cantidad de sal suficiente en su dieta cárnica y no hayan necesitado desarrollar las papilas encargadas de detectar ese sabor.

Por todo ello, los perros no degustan los alimentos como nosotros los humanos; y dado que el sentido del gusto está poco desarrollado, no será preciso introducir variaciones frecuentes en su menú. Pero será su experiencia durante la primera época de la vida como cachorro la que influirá enormemente. Se ha observado que aquellos que han probado diferentes sabores y texturas desde muy jóvenes tienden a aceptar mejor la variedad de alimentos al llegar a adultos. Algunos llegan incluso a aceptar sabores fuertes, como verduras y hortalizas, y en cambio otros se niegan con insistencia a variar en su dieta diaria.

Lo que hace que disfruten y les atraiga una comida es su extremadamente desarrollado sentido del olfato. De ahí que la industria de alimentos para perros ponga énfasis en los olores fuertes para la elaboración de sus productos. Si queremos conseguir que nuestro perro se sienta atraído por la dieta que le preparamos, tendremos que vigilar sobre todo en los aromas de la comida y descubrir cuáles son sus preferidos. Resulta evidente cuando el perro envejece y su sentido del olfato se debilita, ocasionándole una pérdida de apetito ya que no es capaz de oler los alimentos como antes.

Esta limitación en el gusto, frente a la fortaleza en el olfato, puede esconder un riesgo elevado ya que el olor atractivo de un objeto no comestible puede atraerle suficientemente como para llegar a ingerirlo, sin que le preocupe el sabor del mismo. A través de la ingesta de objetos o pequeños animales con olores atractivos, nuestra mascota puede contagiarse de parásitos ocultos, como la Toxocara canis, y desarrollar graves enfermedades. Además, las personas (especialmente los niños) se pueden infectar por algunos de estos parásitos y conducir a signos clínicos, a veces incluso, graves.


lunes, 24 de agosto de 2020




Llevarse como el perro y el gato no es precisamente sinónimo de llevarse bien. Desafortunadamente, esta expresión ha hecho que muchas personas descarten la idea de tener un perro y un gato a la vez. Sin embargo, sí pueden convivir perros y gatos, y, de hecho, comparten millones de hogares.


CONSEJOS PARA TENER PERROS Y GATOS JUNTOS



El primer secreto para promover la convivencia de perros y gatos es proveerles de una zona diferenciada a cada uno, donde cada animal se sienta protegido y pueda comer y descansar sin tener que compartir con el otro. Si algún día deciden hacerlo, mejor que mejor, pero no los fuerces.

Tampoco los obligues a realizar actividades juntos. Los perros suelen ser animales sociales, mientras que los gatos tienden a ser más reservados, pero, en general, a ninguno de ellos le hará ni chispa de gracia ser molestado cuando quiere estar solo.

Esto suele ocurrir, por ejemplo, cuando un gato quiere hacer sus necesidades en el arenero o cuando un perro quiere disfrutar de sus mimos sin ser interrumpido por un gatito juguetón. Respeta, pues, su estado de ánimo y dales su espacio.


PROBLEMAS DE CONVIVENCIA

Hablando de areneros, es importante que coloques la cajita de tu gato lejos del alcance de los perros para evitar que los canes se coman los excrementos, un hábito bastante común entre los perros.

Otro problema que no se suele tener en cuenta es la presencia de parásitos que puedan contagiarse entre especies. Para evitarlo, es fundamental desparasitar a todos los perros y gatos de la familia siguiendo un calendario estricto, de modo que se pueda prevenir la transmisión de enfermedades entre mascotas.

Por otro lado, como es común en las relaciones entre mamíferos, cuando perros y gatos viven juntos se suele establecer una dinámica de repartición de recursos que se debe respetar. Acepta la relación que se genere entre ellos y no intervengas. Si lo haces, posiblemente no entenderán tu sentido humano de la justicia y fomentarás más la conducta de rivalidad.

SE PACIENTE Y PRUDENTE

Antes de llevar un nuevo animal a casa, analiza bien la convivencia con mascotas actual. Ten en cuenta la edad y el temperamento del animal que ya tienes antes de pensar en adoptar a otro.

A veces, como con las personas, las relaciones requieren de un cierto tiempo para ir tomando confianza. No obstante, piensa que algunas historias simplemente no están destinadas a llegar a buen puerto, especialmente en el caso de animales muy territoriales, agresivos o miedosos. Por eso, a veces ser prudente y renunciar a ampliar la familia puede ser la mejor solución para que reine la paz.