lunes, 24 de agosto de 2020




Llevarse como el perro y el gato no es precisamente sinónimo de llevarse bien. Desafortunadamente, esta expresión ha hecho que muchas personas descarten la idea de tener un perro y un gato a la vez. Sin embargo, sí pueden convivir perros y gatos, y, de hecho, comparten millones de hogares.


CONSEJOS PARA TENER PERROS Y GATOS JUNTOS



El primer secreto para promover la convivencia de perros y gatos es proveerles de una zona diferenciada a cada uno, donde cada animal se sienta protegido y pueda comer y descansar sin tener que compartir con el otro. Si algún día deciden hacerlo, mejor que mejor, pero no los fuerces.

Tampoco los obligues a realizar actividades juntos. Los perros suelen ser animales sociales, mientras que los gatos tienden a ser más reservados, pero, en general, a ninguno de ellos le hará ni chispa de gracia ser molestado cuando quiere estar solo.

Esto suele ocurrir, por ejemplo, cuando un gato quiere hacer sus necesidades en el arenero o cuando un perro quiere disfrutar de sus mimos sin ser interrumpido por un gatito juguetón. Respeta, pues, su estado de ánimo y dales su espacio.


PROBLEMAS DE CONVIVENCIA

Hablando de areneros, es importante que coloques la cajita de tu gato lejos del alcance de los perros para evitar que los canes se coman los excrementos, un hábito bastante común entre los perros.

Otro problema que no se suele tener en cuenta es la presencia de parásitos que puedan contagiarse entre especies. Para evitarlo, es fundamental desparasitar a todos los perros y gatos de la familia siguiendo un calendario estricto, de modo que se pueda prevenir la transmisión de enfermedades entre mascotas.

Por otro lado, como es común en las relaciones entre mamíferos, cuando perros y gatos viven juntos se suele establecer una dinámica de repartición de recursos que se debe respetar. Acepta la relación que se genere entre ellos y no intervengas. Si lo haces, posiblemente no entenderán tu sentido humano de la justicia y fomentarás más la conducta de rivalidad.

SE PACIENTE Y PRUDENTE

Antes de llevar un nuevo animal a casa, analiza bien la convivencia con mascotas actual. Ten en cuenta la edad y el temperamento del animal que ya tienes antes de pensar en adoptar a otro.

A veces, como con las personas, las relaciones requieren de un cierto tiempo para ir tomando confianza. No obstante, piensa que algunas historias simplemente no están destinadas a llegar a buen puerto, especialmente en el caso de animales muy territoriales, agresivos o miedosos. Por eso, a veces ser prudente y renunciar a ampliar la familia puede ser la mejor solución para que reine la paz.

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